Desde muy temprano, permanecen cerradas las calles aledañas al edificio del órgano legislativo unicameral, en la zona 1 capitalina, donde el presidente Alejandro Giammattei presidirá el acto oficial, junto a otros funcionarios del Gobierno y representantes de los tres poderes del Estado.
Igual cerco se observa alrededor del Palacio Nacional de la Cultura y la plaza de la Constitución, epicentro de las actividades por la efeméride patria este miércoles, que desde ya repercuten en el complicado tránsito de la urbe y podrían terminar «pasados por agua» debido al mal tiempo.
El vocero de la Policía Municipal de Tránsito en la ciudad capital, Amílcar Montejo, confirmó que, ante los eventos previstos, la movilidad será complicada por la presencia en avenidas y calles de estudiantes y trabajadores que portan la antorcha de la libertad, luego de una pausa de dos años por la pandemia de la Covid-19.
El encendido tendrá lugar en la plaza del Obelisco,en la zona 10, donde se ubica el monumento a los próceres de la Independencia, punto de salida de quienes replican el recorrido de 1821.
Hoy también se realizará el Solemne Te Deum en la catedral Metropolitana con la presencia de Giammattei y miembros de los tres poderes del Estado, así como representantes del cuerpo diplomático acreditado aquí.
Otro momento importante será la Izada de la Bandera Nacional, así como lectura del Acta de Independencia, previsto a las 17:30,hora local, así como un discurso del jefe de Estado desde el frontispicio del Palacio Nacional.
Mañana, será el desfile de bandas escolares también en el mismo punto, como clausura del llamado mes patrio.
Y aunque desde el Gobierno se insiste en despertar el «espíritu cívico» en los guatemaltecos, la fecha despierta aquí sentimientos encontrados.
Por un lado, están quienes se suman al discurso oficial del acontecimiento histórico, y, por otro, los que recuerdan la declaración de independencia de los llamados próceres de forma apresurada para impedir que el pueblo realizara ese acto por sí mismo, una posibilidad aterradora para la élite de la época, apuntaron historiadores por estos días.
También pueblos indígenas recordaron el pasado lunes a Giammattei en una marcha pacífica que «no hay nada que celebrar» ante el encarecimiento creciente del costo de la canasta básica, la criminalización de autoridades originarias y de fiscales, periodistas y jueces.
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