Los escaños obtenidos por la ultraderecha, los conservadores, los cristianodemócratas y los liberales alcanzan la mayoría en el Riksdag (Parlamento), los cuales sumaron 176 diputados, destacó la televisión en esta capital.
El resultado ya está claro, declaró la mandataria, poco antes de anunciar sobre su dimisión como jefa de Gobierno, a pesar de que seguirá al frente de su partido.
Pediré dimitir de mis funciones de primera ministra, y después, la responsabilidad recaerá en el presidente del Parlamento, explicó la socialdemócrata.
Andersson agregó estar dispuesta a liderar la oposición, pero en caso de que el bloque de la derecha no sea capaz de ponerse de acuerdo, todas las fuerzas políticas, salvo la extrema derecha, tendrán abierta la puerta de su despacho.
Unos minutos antes, Jimmie Akesson, líder del partido de ultraderecha, escribió en Facebook: “Se acabaron ocho años de Gobierno socialdemócrata; Ha llegado el momento de recuperar la seguridad y el bienestar en Suecia”.
Según especialistas, la victoria del bloque de la derecha augura una ardua negociación para la formación del futuro Gobierno.
El Partido Moderado, los cristianodemócratas y los liberales defendieron durante la campaña la opción de formar un Ejecutivo de derechas con el apoyo parlamentario de Demócratas de Suecia.
Sin embargo, Akesson reclamó al final de la jornada electoral un papel central en el futuro Gobierno, algo a lo que no parecen estar dispuestos ninguno de los otros tres partidos del bloque.
Desde 1932, la derecha solo ha gobernado en Suecia en tres periodos: de 1976 a 1982, entre 1991 y 1994, y de 2006 a 2014.
Para ser investido primer ministro en Suecia no es necesario tener una mayoría absoluta de votos a favor, pero sí que no se sumen 175 en contra.
mem/amp