En lo adelante el litro de gasolina súper costará el equivalente a 1,50 dólares, un aumento de 20 centavos, y el de diesel, el más utilizado por los transportistas y la industria 1,40, lo que anuncia un alza de los precios al consumidor.
Sin embargo, el kerosene, el más utilizado por los kenianos de más bajos ingresos para la cocción de alimentos y la iluminación, permanecerá sin cambios, a 1,20.
En su discurso de toma de posesión a principios de esta semana, tras calificar el subsidio a los combustibles de “costoso e inefectivo”, el presidente Ruto advirtió que Kenya “está en un profundo agujero económico”, pero reiteró su compromiso de disminuir el costo de la vida.
Para el año en curso el crecimiento del producto interno bruto fue cifrado por el Banco Mundial en 5,5 por ciento, una disminución de dos décimas de punto con respecto al año pasado.
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