El director de ese ente de Naciones Unidas para Sudán del Sur, Adeyinka Badejo, manifestó que de no desbloquearse por grupos armados en esas zonas el paso a convoyes de asistencia con alimentos podría ocurrir una hambruna de grandes proporciones.
Tras advertir que se termina el tiempo para evitar que numerosos pobladores mueran por hambre, el funcionario consideró como inadmisible que se impida el acceso a través de vías fluviales a grupos de socorro en estados como Nilo Blanco.
Apuntó que el deterioro de la situación en zonas entre las demarcaciones de Adok y Malakal, en Nilo Blanco, provocó hace seis días que un convoy con más de mil toneladas de alimentos no pudiera llegar a lugares con habitantes necesitados.
El pasado 9 de este mes, la Misión de las Naciones Unidas en Sudán del Sur condenó los nuevos ataques perpetrados por grupos armados contra cientos de desplazados internos en el norteño estado de Alto Nilo, que huyeron de sus casas ante la violencia desatada.
Por otra parte, la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios en Sudán del Sur difundió recientemente en un comunicado que prevé entregar recursos, como alimentos y agua y productos de higiene, a unas 21 mil personas vulnerables en Alto Nilo.
Tal organismo consideró que, en medio de la violencia reinante y afectaciones climáticas, en el territorio sursudanés requieren de asistencia y protección más de seis millones 800 mil civiles, muchos de ellos sin un techo donde vivir.
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