En su último informe sobre el tema señaló que en general, las mujeres cobran un 20 por ciento menos que los hombres en todo el mundo.
Para la OIT si bien las características individuales, como la educación, el tiempo de trabajo, la segregación ocupacional, habilidades y la experiencia, explican parte de la brecha salarial, la mayor responsabilidad recae en la discriminación por razones de género.
Recordó que las féminas han sido de las más afectadas por la pandemia de la Covid-19, incluso en lo que respecta a la seguridad de sus ingresos, la representación desproporcionada en algunos de los sectores más afectados y la división desigual de las responsabilidades familiares.
Tales factores afectaron negativamente al empleo de las mujeres, lo cual amenazó, incluso, revertir décadas de progreso hacia la igualdad de género.
El nuevo estudio de la OIT, Legislación sobre transparencia salarial: Implicaciones para las organizaciones de empleadores y trabajadores, concluye que las medidas de transparencia salarial pueden ayudar a abordar la brecha de género y a reducir las desigualdades más amplias en el mercado laboral.
Precisó que ese mecanismo puede proporcionar a los trabajadores la información y las pruebas que necesitan para negociar sus jornales y proporcionarles los medios con vistas a impugnar una posible discriminación salarial.
Para los empresarios, la transparencia salarial puede ayudar a identificar y abordar la discriminación que, de otro modo, podría afectar negativamente al funcionamiento de la empresa y a su reputación.
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