«Será una decisión de última hora. Roger entrenó para probarse y ver si jugar es una buena decisión o no», declaró uno de los hombres que mejor conoce el estado del suizo, campeón de 20 Grand Slams.
La leyenda del tenis declinó participar antes en el torneo de casa, Basilea, previsto para octubre en aras de adelantar su salida de las pistas y despedirse de la alta competición con motivo de la Laver Cup, que él impulsa.
En Londres, del 23 al 25 de septiembre, sería la última vez que los aficionados de la disciplina a nivel internacional podrían ver a Federer en acción.
El extraclase -según los expertos- tal vez intentaría disputar por lo menos uno de los partidos de dobles de la justa, donde formaría pareja con el español Rafa Nadal en el reencuentro más esperado.
Aparte de Federer y Nadal, el equipo europeo estará compuesto por Novak Djokovic, Andy Murray, Stefanos Tsitsipas y Casper Ruud, con Matteo Berrettini como suplente.
La nómina del Resto del Mundo la integran Felix Auger-Aliassime, Taylor Fritz, Diego Schwartzman, Jack Sock, Alex de Miñaur y Frances Tiafoe. Tommy Paul será el jugador reserva.
Federer, considerado entre los mejores de toda la historia, fue número uno del ranking planetario durante 310 semanas, ganó el Abierto de Australia en seis ocasiones, el francés Roland Garros en una y el Wimbledon en ocho.
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