El Gobierno alemán renunció de hecho a la relación que existía entre los dos países, y que forjaron generaciones anteriores de políticos, lamentó Necháev, en una entrevista transmitida por la agencia de noticias Sputnik.
El diplomático recordó que ese vínculo especial «destacaba a los alemanes dentro de la comunidad occidental y permitía a Berlín actuar como mediador que conoce y entiende a Rusia y sus intereses mejor que nadie».
Las entregas de armas letales de fabricación alemana a Kiev, ante todo el eventual suministro de carros de combate y vehículos de infantería que se debate activamente estos días marca, a juicio del embajador, una línea roja que el Ejecutivo alemán no debió haber cruzado.
Necháev recordó que incluso Alemania debe tener en cuenta su responsabilidad moral e histórica por los crímenes que cometieron los nazis contra los pueblos de la extinta Unión Soviética, y en especial con el de Rusia.
Moscú, advirtió en reiteradas ocasiones que los países de la OTAN están «jugando con fuego» al suministrar armas a Kiev, y que los convoyes extranjeros con armas serían «objetivo legítimo» para su ejército nada más cruzar la frontera.
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