De aprobarse la legislación, Uganda se uniría a Sudáfrica, Túnez y Kenya, únicos países africanos con regulaciones e instalaciones de salud para ejecutar este tipo de operaciones quirúrgicas.
En la actualidad, India y Turquía son los destinos más empleados para los pacientes necesitados de trasplantes renales de Uganda, donde los viajes son aprobados por el Consejo Médico del país, para evitar el tráfico de órganos.
Una operación en el extranjero cuesta alrededor de 30 mil dólares por lo que, de realizarlas en instalaciones nacionales, el costo se reduciría a ocho mil dólares, trascendió en el debate parlamentario. Los defensores de la medida manifiestan la necesidad de crear un marco seguro, sujeto a una regulación estricta para garantizar la justicia con los pacientes.
La propuesta legislativa contempla, además, la creación de una lista de espera para receptores de órganos y el establecimiento de centros especializados en todo el país; así como bancos para aquellas personas que deseen donar.
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