Draghi expresó en el discurso que su Gobierno coincide con que ese órgano debe ser en el futuro más representativo, eficaz y transparente, a la vez que enumeró graves problemas mundiales a los que se debe encontrar respuestas con urgencia, decisión y eficacia.
El mandatario italiano dedicó la primera parte de su intervención al conflicto en Ucrania y a las crisis alimentaria, energética y económica que emanan del mismo.
Se refirió a los graves problemas energéticos que afectan a Europa, de los cuales responsabilizó a Rusia, a la vez que trató de justificar la política de sanciones contra ese país que, según reconoció, tienen como propósito debilitarlo económicamente.
Aseguró que esas medidas “han logrado un efecto perturbador sobre la economía” de esa nación y señaló la aspiración del Fondo Monetario Internacional de lograr que la economía rusa se contraiga este año por un total de un 10,0 por ciento.
El primer ministro advirtió que el aumento de los costos de la energía pone en peligro la recuperación económica de las naciones europeas, limita el poder adquisitivo y daña la capacidad productiva de las empresas.
Señaló que Italia dedica el 3,5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) para hacer frente a la inflación en alza, y añadió que para enfrentar el problema “habrá que hacer mucho más”, especialmente en el plano europeo.
Insistió en que la Unión Europea (UE) debe imponer un tope al precio de las importaciones de gas, para controlar los costos de la energía y a la vez reducir los pagos a Rusia, con lo cual se lograría también una mayor afectación económica a la nación euroasiática
A la vez que enfatizó el apoyo de Roma a la candidatura de Ucrania para integrar la UE, criticó los referendos en pro de la independeicia en el Donbass que calificó como “otra violación más del derecho internacional”.
Manifestó sin embargo que su país quiere estar a la vanguardia de los esfuerzos para tratar de alcanzar un acuerdo entre Rusia y Ucrania cuando sea posible para poner fin al conflicto en esa región.
En otro momento de su discurso Draghi destacó el papel jugado por Italia el pasado año como presidente del G20 en una crítica situación debido a la pandemia de la Covid-19 contribuyendo, según dijo, a una asistencia sanitaria y financiera a las naciones más vulnerables.
Se refirió también a la crisis ambiental que “nos afecta a todos y debemos salir de ella juntos”, así como a los problemas migratorios, en particular a la situación en el Mediterráneo, y agradeció el apoyo de la ONU para enfrentar esa situación.
Aseguró finalmente que en los años venideros Italia seguirá jugando un papel protagonista dentro de la UE y en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), reforzando su relación con sus aliados y con una política coherente con la de esos bloques.
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