Según informó la Casa Blanca, el mandatario subrayó la colaboración bilateral en asuntos de importancia mundial, como el sector energético y el apoyo a Ucrania, pese a las denuncias de que esa postura alienta las tensiones con Rusia tras la operación militar iniciada el pasado 24 de febrero.
De igual forma, enfatizó en el compromiso de proteger los logros del llamado Acuerdo de Viernes Santo en Irlanda del Norte, firmado en 1998 para poner fin a casi tres décadas de violencia entre las comunidades unionistas de religión protestante y la republicana católica.
Truss, por su parte, remarcó la voluntad de trabajar más estrechamente con Estados Unidos, especialmente en materia de seguridad energética, económica y en la defensa de la libertad.
Las partes además ratificaron condolencias por el fallecimiento de la reina Isabel II, el 8 de septiembre, tras siete décadas en el trono.
La pasada semana Biden transmitió su voluntad de continuar una estrecha relación con Reino Unido durante una conversación con el rey Carlos III, quien fue coronado luego de la muerte de la monarca.
Si bien Washington y Londres reconocen una “relación especial” entre ellos, la primera ministra admitió la víspera que el anunciado acuerdo de libre comercio posbrexit bilateral podría demorar años en concretarse, porque ni siquiera comenzaron las negociaciones.
El tratado con este país norteño fue una de las promesas del entonces primer ministro Boris Johnson (2019-2022) al sacar al Reino Unido de la Unión Europea (UE) en 2020, pero tras llegar a la Casa Blanca Biden dio a entender que ese pacto no es una prioridad para su administración.
De acuerdo con reportes de prensa, al presidente norteamericano le preocupa que las amenazas de Londres de saltarse el protocolo que regula el comercio posbrexit entre el Reino Unido y la UE en Irlanda del Norte puedan poner en peligro los Acuerdos de Viernes Santo.
rgh/cgc