De acuerdo con sitios web especializados como Bloomberg, ese piso no se alcanzaba desde la crisis financiera de 2008, en un intento del presidente de la Fed, Jerome Powell, de dirigir a la economía hacia un aterrizaje suave, que combine un crecimiento económico más lento, una inflación más débil y un mercado laboral aún sólido.
El aumento es el tercero consecutivo y representa la política más dura del banco central estadounidense, y es probable que cause problemas económicos a millones de empresas y hogares al aumentar el costo de los préstamos para viviendas, automóviles y otros créditos.
La decisión fue adoptada y dada a conocer por el Comité Federal de Mercado Abierto que insistió en que está muy atento a los riesgos de inflación y reiteró que anticipa aumentos continuos apropiados.
Powell reconoció el daño económico que puede causar este régimen de ajuste rápido, y advirtió que estos son los costos desafortunados de reducir la inflación, pero “no restaurar la estabilidad de precios haría mucho más daño».
Las proyecciones económicas de la Fed, publicadas este miércoles mostraron una perspectiva menos optimista para el crecimiento económico y el mercado laboral, con una tasa de desempleo promedio que avanza poco a poco hasta el 4,4 por ciento en 2023.
Dicho pronóstico es superior al 3,9 que funcionarios de la Fed proyectaron en junio y también por encima de la tasa actual de 3,7 por ciento, en tanto el producto interno bruto, la principal medida de la producción económica, se revisó a la baja en un 0,2 por ciento tras la cifra inicial de 1,7 por ciento.
Las previsiones de inflación también crecieron, se avizora que los gastos de consumo personal básicos alcancen el 4,5 por ciento este año y el 3,1 en 2023, ambos cálculos superiores a las perspectivas presentadas hace dos meses.
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