Tras una reciente reunión, la alianza de derecha Chile Vamos anunció que el tema sería puesto sobre la mesa en la cámara alta la semana entrante, sin embargo, los comités del Partido Comunista y Revolución Democrática aclararon que la votación quedó pendiente.
El TTP 11 está considerado como uno de los mayores del mundo, al representar más del 13 por ciento del producto interno bruto mundial.
Sus promotores aquí consideran que Chile debe sumarse a este pacto que permitiría la baja de aranceles en cerca de tres mil productos en el mercado asiático.
En cambio, quienes rechazan el tratado critican los mecanismos de resolución de controversias entre inversionistas y Estados, los cuales vulneran la soberanía de los países integrantes.
Tenemos una mirada crítica de los mecanismos de resolución de controversias, entre otros aspectos de estos tratados comerciales que tienen un sesgo neoliberal y condicionan la transición hacia un nuevo modelo de desarrollo, afirmó la coalición Apruebo Dignidad.
El TTP 11 está integrado por Australia, Brunéi, Canadá, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam.
Firmado en 2016, inicialmente iba a abarcar el 40 por ciento de la economía global, pero la retirada de Estados Unidos al año siguiente lo puso al borde de la desintegración, hasta que entró finalmente en vigor en 2018.
En ocasión de su visita a Nueva York para participar en la Asamblea General de la ONU, el presidente chileno, Gabriel Boric, afirmó la víspera que el tratado transpacífico no forma parte de su programa de gobierno y, por lo tanto, dijo, no es algo que estemos impulsando.
No obstante, aclaró, el senado tiene las atribuciones para ponerlo en la mesa y tomar una decisión al respecto y, en función de esa decisión, “nosotros como gobierno tenemos el deber de resguardar los intereses de Chile”.
Boric admitió tener preocupaciones, en particular sobre los mecanismos de solución de controversias que en ciertos casos pueden limitar la manera de enfrentar el desarrollo.
En ese sentido, dijo, ya se está trabajando con otros países en el establecimiento de side letters (cartas accesorias que complementan un acuerdo)una práctica ya usada entre miembros del TPP 11 para delimitar estos problemas.
Interrogada sobre el tema, la senadora Alejandra Sepúlveda, de la
Federación Regionalista Verde Social, consideró que este tratado se debe analizar con más mesura, más tranquilidad, en tanto disminuye el rol del Estado.
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