Todo es relativo, porque muchos seleccionados, especialmente el actual monarca, Francia, tienen muchos lesionados. Sin embargo, se trata de la penúltima concentración antes del torneo de noviembre y diciembre en Qatar.
El examen de este jueves de Francia será frente a Austria –que no va al mundial-, con el incentivo para el técnico Didier Deschamps de probar a la “segunda unidad” de Les Bleus, sobre todo a no habituales en la titularidad como Eduardo Camavinga y Ousmane Dembelé.
Un plantel que aún sin Benzema, Lloris, Kanté, Pogba o Theo y Lucas Hernández, se da el lujo de contar con Mbappé, Tchouameni, Pavard, Giroud y Mendy.
Si bien es un torneo puramente continental y de rango inferior a la Eurocopa, viene como anillo al dedo a dos meses del Mundial en el pequeño y multimillonario estado árabe, porque además se asocia en paralelo a los partidos amistosos de numerosas selecciones nacionales.
Dinamarca, España, Hungría y Países Bajos aparecen como líderes de sus respectivos grupos en la tercera edición de la Nations League, una liza descafeinada que mejora su prestigio ahora con Qatar a las puertas.
Dinamarca comanda el grupo A1 con nueve puntos en cuatro partidos y España (ocho unidades) se juega su pase contra Portugal, en Braga en la última jornada en la llave A2.
Hungría es el inesperado líder del A3, por encima de Alemania, Italia e Inglaterra, en tanto Países Bajos y Bélgica se jugarán una plaza en la fase final en el A4.
Para el sábado en el estadio La Romareda de Zaragoza, España confía en consolidar su dominio en el duelo contra Suiza y sus apuestas se enfocan en el martes ante Portugal.
La Roja, bajo el comando de Luis Enrique Martínez, se nutre básicamente de figuras jóvenes que gustan el buen toque de balón y solidez defensiva, aunque acusan cierta falta de contundencia anotadora.
jf/ft