En una reciente resolución, el Concejo Municipal señala que por más de 60 años Washington impone el cerco económico, comercial y financiero a la isla, con lo cual provoca dificultades diarias al pueblo cubano y castiga a todos los países relacionados con la nación caribeña.
El documento enfatiza en que la medida coercitiva crea escasez de alimentos, medicinas, suministros básicos, e incluso le impide a La Habana obtener equipos vitales.
Además de los cuantiosos daños desde el punto de vista económico, el bloqueo también tiene “un impacto perjudicial en los derechos sociales, políticos y legales de los cubanos”, subraya el texto.
De igual forma, menciona los retrocesos en los vínculos entre ambos países durante la administración del republicano Donald Trump (2017-2021), en tanto aboga por la eliminación de Cuba de la supuesta lista de Estados patrocinadores del terrorismo, herencia de la gestión del exmandatario.
La resolución también pide al presidente Joe Biden acabar con las restricciones de viaje de los estadounidenses a Cuba y de los ciudadanos de la isla a este país norteamericano.
A su vez, Somerville apoya los esfuerzos en curso y futuros de la Universidad de Tufts y la industria local para buscar colaboraciones e intercambios con sus contrapartes cubanas.
De acuerdo con José Oro, miembro de la junta directiva del Movimiento Global Anti-Bloqueo (NEMO), en la firma de la resolución contribuyeron grupos de solidaridad, pacifistas, luchadores contra el racismo y activistas ambientales.
Recientemente la ciudad de Willimantic, en Connecticut, aprobó un documento que exige la eliminación de las medidas coercitivas contra la isla.
La petición se suma a las de las ciudades de Hartford, New Haven y Boston, que también reclaman el cese de las restricciones al comercio y los viajes entre los dos países.
En opinión de NEMO, las resoluciones adoptadas en distintos territorios son un paso muy importante hacia el fin de una política hostil que durante más de seis décadas impacta negativamente en ambos pueblos.
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