Al intervenir en el segmento de alto nivel del 77 período de sesiones de ese organismo, el ministro de Relaciones Exteriores, Wang Yi, manifestó el apoyo permanente de Beijing a la justa causa de la isla caribeña para defender sus derechos.
También rechazó y calificó de inaceptable la imposición de sanciones unilaterales.
De esa manera, China se suma a varias naciones que también se pronuncian en contra del cerco, al presentar sus discursos ante el cónclave internacional.
Incluso, a principios de este mes el gigante asiático repudió la extensión de la ley que prorroga por un año más esa política estadounidense contra Cuba.
El presidente Joe Biden rubricó la legislación y se convirtió así en el duodécimo mandatario de Estados Unidos en ratificar el marco que sostiene la política de abuso contra la isla y su pueblo.
Un memorando divulgado por la Casa Blanca y destinado a las oficinas del secretario de Estado, Antony Blinken, y a la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, señaló que el dictamen “es de interés nacional” para Estados Unidos y agregó que la prórroga será válida hasta el 14 de septiembre de 2023.
En 1962, John F. Kennedy recurrió a la llamada Ley de comercio con el enemigo, de 1917, para implementar el bloqueo económico contra Cuba, tras varias decisiones ejecutivas que venían aplicándose desde 1959 por su antecesor, Dwight Eisenhower.
Esta norma, que suscita un amplio rechazo de la comunidad internacional, ha sido renovada desde entonces, anualmente, por las sucesivas administraciones estadounidenses.
La legislación autoriza al mandatario a imponer y mantener restricciones económicas a Estados considerados hostiles.
Esta política se recrudeció con más de 240 medidas en el contexto de la pandemia de la Covid-19, con el propósito de doblegar la resistencia de Cuba.
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