Ese registro se logró a pesar de los efectos persistentes de la pandemia de la Covid-19 y de la creciente crisis energética, según el informe Energías renovables y empleos: revisión anual 2022 que identifica el tamaño del mercado nacional como un factor importante que influye en la generación de trabajo en ese sector, junto con la mano de obra y otros costos.
Refiere el documento que la energía solar fue la de mayor crecimiento el pasado año cuando proporcionó 4,3 millones de puestos, más de un tercio de la actual fuerza laboral en fuentes renovables.
El informe fue publicado por la Agencia Internacional de Energías Renovables (Irena) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT),
Ante la creciente preocupación por el cambio climático, la recuperación tras la Covid-19 y la interrupción de la cadena de suministro, crece el interés nacional por crear puestos de trabajo en casa.
El texto describe cómo unos mercados nacionales fuertes son la clave para afianzar el impulso hacia la industrialización de las energías limpias, y el desarrollo de las capacidades de exportación de las tecnologías renovables.
Para el director general de Irena, Francesco La Camera, frente a numerosos desafíos, los empleos en fuentes renovables siguen siendo resistentes y han demostrado ser un motor fiable de creación de empleo.
Al respecto, aconsejó a los gobiernos de todo el mundo aplicar políticas industriales que fomenten la expansión de puestos de trabajo decentes en el ámbito de las energías renovables en el país.
El informe muestra que un número cada vez mayor de países crea empleos en ese sector, con casi dos tercios localizados en Asia, donde sólo China representa el 42 por ciento del total mundial, seguida por la Unión Europea y Brasil, con un 10 por ciento cada uno, y Estados Unidos e India, con un siete.
Más allá de las cifras, cada vez se presta más atención a la calidad de las plazas laborales y a las condiciones de trabajo en las energías renovables, para garantizar ocupaciones dignas y productivas para una transición energética sostenible, aseguró el director general de la OIT, Guy Ryder.
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