Al intervenir en la reunión de alto nivel para conmemorar el Día Internacional para la Eliminación Total de las Armas Nucleares, el canciller enfatizó en que la humanidad merece la paz, y estar libre de la amenaza que representan estos artefactos de guerra.
No existe justificación alguna para que continúe el peligro debido a la existencia de más de 12 mil 700 armas nucleares, dijo Rodríguez, quien precisó que casi cuatro mil de ellas están desplegadas y listas para su empleo inmediato.
El ministro igualmente resaltó la urgencia de poner fin a los irracionales gastos actuales para mantener y modernizar estos equipamientos, para lo cual solo Estados Unidos dedicó en 2021 más de 44 mil millones de dólares, mientras la humanidad sufría una pandemia de Covid-19.
“El planeta y la supervivencia de nuestra especie, amenazados ya por las consecuencias del cambio climático, necesitan de esos fondos para fomentar la paz, el desarrollo sostenible y una vida digna para sus habitantes”, subrayó.
En sus palabras, lamentó que este año la Conferencia de Examen del Tratado sobre la No Proliferación de Armas Nucleares (TNP) concluyera sin ningún resultado acordado, fracaso que aleja más el objetivo de alcanzar el desarme nuclear.
Afortunadamente, añadió, en 2022 también tuvo lugar un evento cuya trascendencia catalogó como histórica, por ser la primera y exitosa reunión de Estados Parte en el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares (TPAN).
El canciller cubano exhortó a avanzar hacia la universalidad de ese acuerdo, del cual Cuba está orgullosa de haber sido el quinto país en ratificarlo, y que la región de América Latina y el Caribe cuente con el mayor número de sus actuales Estados Parte, inspirados en la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz.
El titular de Relaciones Exteriores recordó que conmemorar cada 26 de septiembre el Día Internacional para la Eliminación Total de las Armas Nucleares, más que una aspiración legítima, tiene que resultar en un compromiso para que la humanidad no sufra nunca más las terribles consecuencias de su uso.
jha/kmg