Convocadas por redes sociales con motivo del Día de acción global para demandar ese derecho, las mujeres se concentraron principalmente en tres puntos de esta ciudad con el objetivo de llegar hasta el Palacio Nacional.
Las presuntas rutas fueron blindadas por la Policía que rodeó con altas vallas metálicas monumentos, dependencias del Estado, anuncios en las paradas del transporte público, y lo mismo hicieron dueños de establecimientos comerciales, hoteles y restaurantes.
De los tres bloques principales de la marcha, uno lo integraron personas violentas encapuchadas y totalmente vestidas de negro, quienes suelen llevar martillos, otros objetos contundentes, artefactos para expulsar llamas, humo, y spray.
Un grupo se reunió en el Ángel de la Independencia, otro lo hizo en la Glorieta de las mujeres que luchan en Paseo de la Reforma, y un tercero en el Monumento a la Revolución.
Otras concentraciones menores se reportaron en varios puntos más y todos los bloques convergieron en las avenidas Reforma y Juárez para unirse camino al Zócalo gritando consignas en favor del aborto legal y seguro.
Los contingentes policiales fueron en su totalidad integrados por mujeres, que aquí llaman las Atenas, con la instrucción de no mezclarse en las columnas y actuar solamente en caso de necesidad.
Según el gobierno capitalino, fueron desplegadas 700 policías para brindar acompañamiento a las manifestantes, garantizar la seguridad de las participantes y evitar la alteración del orden público.
Una de las participantes en la marcha, nombrada Laura Romero, destacó la importancia de la demostración pues hasta el momento solamente 10 de los 31 estados mexicanos aprobó la interrupción legal del embarazo, lo que indica que solamente un tercio lo ejecuta y, por lo tanto, la lucha seguirá hasta que se logre en todo el país.
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