El partido será reiniciado al minuto 5 en una fecha y sede aún por definir y se disputará sin la presencia de público.
La medida fue recibida con indignación entre los directivos de la Universidad de Chile, cuyo guardameta, Martín Parra, resultó agredido con bombas de ruido y debió ser hospitalizado por un trauma auditivo.
También protestaron los representantes de la Asociación Nacional de Fútbol Amateur (ANFA), que exigían aplicar la expulsión del torneo al conjunto de la Universidad Católica, conocido aquí como “los cruzados”, cuyos hinchas protagonizaron incidentes violentos en otras ocasiones.
De acuerdo con Justo Álvarez, presidente de la ANFA, las personas están por delante de lo deportivo. “¿Qué mensaje le estamos enviando a la juventud y a la opinión pública?”, agregó.
En el momento de la interrupción del partido donde se definía el pase a semifinales, el llamado clásico universitario estaba 1-0 a favor de los cruzados y la serie marchaba empatada a un gol, tras el triunfo de la Universidad de Chile en el compromiso inicial.
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