«Ya tenemos algunos materiales que apuntan a la huella occidental en la organización e implementación de este acto terrorista», resaltó el representante ruso.
Según Naryshkin, Occidente hace «lo posible» para ocultar a «los verdaderos» responsables y organizadores de la acción.
De acuerdo con la información de la Fiscalía General de Rusia, los daños al gasoducto se reportaron el 26 de septiembre en el área de la isla de Bornholm.
Anteriormente, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, María Zajárova, afirmó que las fugas del Nord Stream tuvieron lugar en una zona controlada por los servicios de inteligencia de Estados Unidos.
«Ahora bien, sobre el lugar en el que ocurrió, se trata de la zona comercial y económica de Dinamarca y Suecia. Estos son países muy centrados en la OTAN que están llenos de armas estadounidenses», refirió la vocera.
Asimismo, el embajador ruso en Washington, Anatoli Antonov, denunció que los reciente intentos de algunos legisladores estadounidenses de culpar a su país por los incidentes ocurridos en los gasoductos Nord Stream, pueden ser hechos que indiquen lo contrario.
En ese sentido, añadió que antes de manifestarse deberían analizar la actividad de los buques de guerra de la nación norteña desarrollados un día antes en la misma zona donde sucedió la falla en la infraestructura rusa de gas.
El diplomático los instó, además, a observar los ejercicios de la marina del Pentágono con explosivos submarinos realizados en la misma área de la afectación hace algún tiempo.
Ante toda esta evidencia, el secretario de Estado de Estados Unidos, Anthony Blinken, negó la participación de Washington en el hecho.
El operador Nord Stream AG calificó de «sin precedentes» las averías provocadas a los dos ramales del proyecto ruso.
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