En declaraciones al canal CNN, la autoridad también subrayó que el esfuerzo de respuesta y recuperación impulsado por el Gobierno va a necesitar de toda la sociedad, para reunir a los socios y ayudar a las personas.
Según un recuento de la cadena, al menos 66 personas murieron por causa de Ian en el estado de Florida, al que atravesó el pasado miércoles con categoría cuatro en la escala de Saffir-Simpson y donde dejó zonas hasta hoy inundadas.
Después de bordear la costa este del país, el fenómeno natural arribó el pasado viernes a Carolina del Sur y la víspera recorrió Carolina del Norte, donde las autoridades notificaron unas cuatro muertes en incidentes relacionados con el ciclón.
Sin embargo, el número total de víctimas mortales es todavía indeterminado, lo que es típico en las primeras secuelas de un desastre natural, enfatiza el diario The New York Times.
En esta jornada Ian transitó hacia el noreste a través de Virginia como una tormenta debilitada, y trajo lluvia y el riesgo de inundaciones limitadas.
Muchas personas en Florida carecen de electricidad, agua potable y algunas comunidades siguen completamente aisladas, lo que dificulta el acceso de los socorristas a las víctimas.
Algunos residentes de la ciudad St. Cloud, de ese estado, fueron instados a evacuar este domingo debido a la crecida de las aguas, las cuales llegaron hasta zonas que nunca antes experimentaron inundaciones.
A su vez, los ríos desbordados a causa del paso de Ian llevaron a una alerta de cocodrilos que mantiene preocupados a los residentes de la urbe de Sarasota, donde muchas carreteras están bloqueadas.
El presidente estadounidense, Joe Biden, dio instrucciones que priorizan las acciones para salvar vidas, garantizar la prestación de servicios esenciales y el apoyo a los supervivientes.
Entre las medidas anunciadas están la retirada de escombros y otras actividades de refuerzo como parte de la declaración de emergencia para Florida y Carolina del Norte, así como la ayuda a la Tribu Seminole (pueblo indígena de esta nación norteña) para la reparación de viviendas y negocios.
Según informó la Casa Blanca, unos 87 mil 300 hogares se registraron para recibir asistencia, en tanto las operaciones de búsqueda y rescate permitieron socorrer más de tres mil 500 personas y cerca de 140 mascotas.
También la FEMA activó un contrato de apoyo médico para ambulancias e hizo gestiones centradas en reforzar la atención sanitaria, mientras el país promueve evaluaciones sobre la seguridad de puentes, carreteras y otras infraestructuras.
Según el portal PowerOutage.us, más de 854 mil clientes están sin electricidad en Estados Unidos, la mayoría de ellos en Florida.
Aunque autoridades de la FEMA advirtieron que Ian podía tener efectos catastróficos, hubo críticas sobre personas que permanecían en las calles durante el paso del huracán así como denuncias de demoras en la evacuación.
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