La investigación presentó como ejemplo el testimonio del imputado Lázaro García, quien explicó el funcionamiento de la Autodefensa del Pueblo (ADP): un plan de guerrilla, conformado por un Consejo de Guerra, que brindaría apoyo logístico, financiero y mediático a personas en Cuba y está presidido por el terrorista Manuel Milanés.
Esta estructura también cuenta con un tesorero, grupos armados y miembros encargados de reclutar a cubanos a través de redes sociales.
De acuerdo con el reporte, los miembros de la ADP esperan y vigilan un punto de quiebre en la unidad de la nación caribeña, «un lanzamiento a las calles» para arribar al país e iniciar la lucha armada con lanzacohetes, ametralladoras, bombas de humo entre otros equipos militares.
El trabajo periodístico advirtió que existe «gente ahora mismo tratando de manipular el dolor» de los ciudadanos ante los estragos provocados por el huracán Ian en la región occidental del país.
Estas acciones se inscriben en las permanentes campañas subversivas con las que se pretende desestabilizar a la nación caribeña con el propósito de provocar un cambio de régimen.
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