En exclusiva con Prensa Latina, Ruiz Massieu, quien es jefe de la Misión de Verificación del Acuerdo de Paz, al referirse a la inclusión de Cuba en la lista unilateral de Estados Unidos de países patrocinadores del terrorismo por honrar los protocolos para las negociaciones con el ELN, señaló que Cuba jugó un papel muy importante en el proceso de paz.
Además, añadió, «fue muy firme en su calidad de garante, en respetar los protocolos establecidos en este tipo de negociaciones y eso es muy importante no solamente para el proceso de Colombia».
Es muy relevante la posición de Cuba y de Noruega como garantes porque esta defensa de los protocolos crea precedentes para otros procesos de paz en el mundo, explicó el funcionario del organismo multilateral.
Lo importante finalmente es que sí se pueda, cuando se acuerde con diferentes grupos una mesa de negociación, observar las reglas en el caso de rompimiento de negociaciones y en otros casos para los cuales se hacen esos protocolos, dijo a Prensa Latina.
«No podemos sino destacar nuevamente el papel que Cuba ha jugado y Naciones Unidas le reconoce que ha sido uno de los países, junto con Noruega, probablemente los que más comprometidos han estado con el proceso de paz de Colombia y lo siguen estando», expresó.
A pocos días del fin del mandato de Donald Trump, Cuba fue incluida en la cuestionada lista y el entonces comisionado para la paz Miguel Ceballos aseguró que fue un espaldarazo del gobierno estadounidense al colombiano.
Para su inclusión se usó el falso argumento de la negativa del gobierno de Cuba (garante del diálogo de paz entre el ELN y el Estado colombiano) a una solicitud de Duque, quien exigió la extradición de los líderes negociadores de del ELN que estaban en La Habana luego de un atentado a una academia de policías de Bogotá.
El exmandatario hizo la exigencia, a pesar de conocer la existencia de protocolos diseñados y acordados por las partes con atención estricta a las disposiciones del derecho internacional para la solución de conflictos armados internos, incluido el protocolo para el evento de la ruptura de las conversaciones.
La inclusión en la lista supone un grupo de sanciones que, aunadas al bloqueo económico, financiero y comercial, que de por sí genera graves daños y penurias al pueblo cubano, agrava esa situación.
Entre ellas están la vigilancia de las exportaciones con doble objeto, las restricciones en la ayuda económica, financieras, bloqueo de créditos en el Banco Mundial e instituciones similares, posibilidad de prohibir a ciudadanos estadounidenses entablar relaciones financieras con esos países, entre otras.
El concierto de voces para excluir a Cuba de esa arbitraria lista crece en Colombia al tiempo que la búsqueda de la paz también es un objetivo primordial.
Hoy más de cien reconocidos intelectuales y académicos colombianos demandaron la remoción de Cuba de esa lista, quienes se suman a la exigencia de más de 80 congresistas y de cientos de mujeres, entre otros.
Ayer, el canciller colombiano, Ávaro Leyva, afirmó a un medio de prensa local que ese protocolo lo desconoció la anterior administración contra todas las normas internacionales.
«Lo estamos reviviendo, está el capítulo de cómo regresarlos, cómo traerlos, cómo llevarlos, cómo reiniciar esas conversaciones dentro de un marco legal que implica la suspensión de la acción legal», aclaró.
«Usted no puede hablar con una persona buscando la paz y a la vez solicitar su extradición, sería un contrasentido y más bien sería una declaratoria de guerra alterna», aseguró el ministro a Caracol.
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