La declaración de Petro tuvo lugar en rueda de prensa junto al secretario de estado de Estados Unidos, Antony Blinken, quien se encuentra de visita en Colombia.
«Personalmente, en esta reunión que acaba de pasar dije que lo que había acontecido con Cuba es una injusticia», expresó Petro al referirse al encuentro de hoy con el jefe de la diplomacia estadounidense.
Un gobierno colombiano le pidió a Cuba que fuera sede de negociaciones con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), recordó Petro.
Rememoró que en las conversaciones con las FARC participó una veeduría de la administración de Barack Obama y luego otro gobierno colombiano le pidió al gobierno de Donald Trump que declarara a Cuba como un país que estimula actividades terroristas por tener en su territorio a la delegación negociadora de paz, «y eso es una injusticia», enfatizó Petro.
«Por tanto, en mi opinión, no depende de nosotros, debe ser corregido», recalcó Petro en la rueda de prensa en la Casa de Nariño, sede de la presidencia de Colombia.
Explicó que su gobierno recuperó el papel de países garantes de los procesos que se inician ahora de Noruega, Cuba, Venezuela y -destacó- hay otras naciones como España que han pedido ese mismo estatus.
Por su parte, Blinken acerca de este tema dijo que «Estados Unidos tiene criterios, leyes y requisitos claros y seguirá considerando y viendo si Cuba seguirá teniendo tal designación».
A pocos días del fin de su mandato, el gobierno de Donald Trump incluyó a Cuba en la cuestionada lista y el entonces comisionado para la paz Miguel Ceballos aseguró que fue un espaldarazo del gobierno estadounidense al colombiano.
Para su inclusión se usó el falso argumento de la negativa del gobierno de Cuba (garante del diálogo de paz entre el ELN y el Estado colombiano) a una solicitud de Iván Duque, quien exigió la extradición de los líderes negociadores del ELN que estaban en La Habana luego de un atentado a una academia de policías de Bogotá.
El exmandatario hizo la exigencia, a pesar de conocer la existencia de protocolos diseñados y acordados por las partes con atención estricta a las disposiciones del derecho internacional para la solución de conflictos armados internos, incluido el protocolo para el evento de la ruptura de las conversaciones.
El concierto de voces para excluir a Cuba de esa arbitraria lista crece en Colombia y hoy más de 100 reconocidos intelectuales y académicos demandaron la remoción de Cuba de esa lista, quienes se suman a la exigencia de más de 80 congresistas y de cientos de mujeres, entre otros.
Asimismo, unas 300 organizaciones basadas en la fe, iglesias y creyentes de 23 países pidieron a Blinken sacar a Cuba de la lista «de países que patrocinan el terrorismo».
Ayer, el canciller colombiano, Ávaro Leyva, afirmó a un medio de prensa local que ese protocolo lo desconoció la anterior administración contra todas las normas internacionales.
«Lo estamos reviviendo, está el capítulo de cómo regresarlos, cómo traerlos, cómo llevarlos, cómo reiniciar esas conversaciones dentro de un marco legal que implica la suspensión de la acción legal», aclaró.
«Usted no puede hablar con una persona buscando la paz y a la vez solicitar su extradición, sería un contrasentido y más bien sería una declaratoria de guerra alterna», aseguró el ministro a Caracol.
jha/otf