El presidente del comité disciplinario de la Federación indonesia de fútbol, Erwin Tobing, anunció en rueda de prensa la suspensión del jefe ejecutivo del club, Abdul Haris, por ser responsable de la logística, y al jefe de seguridad, Suko Sutrisno.
Además, el Arema deberá pagar una multa de 250 millones de rupias indonesias (unos 16 mil 670 euros).
La tragedia ocurrió el sábado por la noche después de que miles de aficionados del Arema irrumpieran al estadio tras una derrota y se enfrentaran a la policía, que disparó gases lacrimógenos y provocó una estampida.
El jefe policial de la provincia de Java Oriental, Nico Afinta, ofreció disculpas este martes por las fallas de seguridad que causaron la tragedia.
La entidad policial insistió en que ‘hará cumplir las leyes contra los culpables’ tras suspender a 10 oficiales en relación con el hecho.
Nos aseguraremos de que se cumplan las leyes contra cualquiera que sea encontrado culpable, dijo Afinta en rueda de prensa.
El jefe de la Policía de Malang, Ferli Hidayat, y otros nueve agentes, fueron apartados del cargo mientras se realizan las pesquisas, y otros 28 agentes son sometidos a interrogatorios debido a los incidentes.
Según las cifras oficiales, entre los fallecidos hubo 33 menores de entre cuatro y 17 años, y más de 320 personas resultaron heridos en total.
La mayoría de las víctimas sucumbió por razones de asfixia, traumas o pisoteados, de acuerdo con fuentes hospitalarias y testigos.
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