Según la institución castrense, el barco de la Marina Real se encuentra apoyando a su contraparte noruega en ofrecer seguridad a quienes trabajan cerca de las conductoras submarinas conocidas como Nord Stream 1 y Nord Stream 2.
La mayoría de los países europeos y Estados Unidos acusan a Rusia de dañar los gasoductos de forma deliberada, pero Moscú alega que su investigación particular apunta que el ataque fue perpetrado por Occidente.
Ya tenemos algunos materiales que apuntan a la huella occidental en la organización e implementación de este acto terrorista, afirmó días atrás el jefe del Servicio ruso de Inteligencia Exterior, Serguéi Naryshkin.
Con anterioridad, la portavoz de la cancillería rusa, María Zajárova, señaló que las fugas de gas detectadas el 26 de septiembre pasado tuvieron lugar en una zona del Mar Báltico controlada por los servicios de inteligencia de Estados Unidos.
El ministro de Defensa británico, Ben Wallace, anunció, por su parte, que el Reino Unido adquirirá dos buques especializados en la vigilancia de los fondos marinos, para proteger los gasoductos y cables submarinos que suministran energía e Internet al país.
acl/nm