Al respecto, el diario sudanés Al-Wefaq señaló que las declaraciones del funcionario norteamericano en medios locales fueron consideradas como una injerencia en los asuntos internos de esta nación africana.
Godfrey fue nombrado el pasado agosto como el primer embajador de Estados Unidos en Sudán en casi 25 años, pero recientemente en una entrevista con el periódico sudanés Al-Tayar, el diplomático advirtió que si el gobierno de Sudán sigue adelante con el establecimiento de una base rusa o la reanudación de las negociaciones al respecto, sería perjudicial para los intereses de Jartum.
Dichas declaraciones también fueron rechazadas por la embajada de Rusia en Sudán, que publicó un comunicado, «por su experiencia limitada y por imitar el comportamiento arrogante del Departamento de Estado norteamericano, que está lejos de todas las convenciones diplomáticas, como sus predecesores, le habla al pueblo sudanés con el lenguaje de la amenaza y con ultimátum».
En marzo de este año, el vicepresidente del Consejo de Soberanía de Transición en Sudán, Muhammad Hamdan Dagalo, dijo que no hay problema con que Rusia u otros países establezcan bases militares en el Mar Rojo, si sirven a los intereses de esta nación.
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