Todas esas declaraciones políticas del canciller federal, Olaf Scholz, de abandonar a finales de 2023 las importaciones del gas ruso demuestran que la élite alemana sigue incuestionablemente las instrucciones de Estados Unidos, dijo el diplomático, según informó la agencia de noticias TASS.
Tiapkin remarcó que ello está en línea con la orden de Washington de desplazar a Rusia del mercado energético europeo, algo que comenzó a implementarse durante el gobierno de Angela Merkel.
El funcionario ruso apuntó que es suficiente con repasar las acciones del gabinete de Scholz en ese sentido como la prohibición a la puesta en marcha del gasoducto Nord Stream dos, las presiones a las estructuras subsidiarias de la compañía rusa Gazprom y luego su expropiación.
Igualmente se pueden mencionar la nacionalización de facto de los activos de la petrolera rusa Rosneft, la inacción de Berlín ante el bloqueo del tránsito del gas ruso por parte de Varsovia y Kiev, y las restricciones al mantenimiento de los equipos del gasoducto Nord Stream uno, detalló.
Pese a todo ello, denunció, declaran a Rusia como proveedor no fiable y la acusan de supuestamente incumplir los contratos.
Alemania vive una crisis económica por el aumento en flecha del gas y la electricidad debido, en parte, a las limitaciones impuestas al gas procedente de Rusia.
El 21 de julio, Annalena Baerbock, ministra de Asuntos Exteriores alemana, afirmó que el gobierno temía sublevaciones sociales debido al encarecimiento del gas.
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