Al intervenir en la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos en la capital peruana, Leyva recordó que la nación antillana ha servido de plataforma a las negociaciones con varias fuerzas insurgentes desde la década de 1970, y el iniciado con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), fue torpemente suspendido “en vísperas de lograrse un segundo cese de las hostilidades”.
La decisión de terminar las conversaciones adoptada por el entonces presidente Iván Duque (2018-2022) no solo atentó contra la concreción de la paz, sino que puso en vilo las relaciones con Cuba y sirvió de pretexto para su inclusión en la lista de países patrocinadores del terrorismo elaborada por Estados Unidos.
Duque pidió la extradición de la delegación negociadora del ELN, a lo que La Habana se negó de acuerdo con lo establecidos en los protocolo diplomáticos recogidos en la Convención de Viena, recordó el canciller colombiano.
“La terca suspensión (…) llevó a la inclusión de Cuba en una Lista de Países Terroristas solo por servirle a Colombia. Se estaba en deuda de agradecer su hospitalidad y esfuerzo”, afirmó el titular de Relaciones Exteriores.
Sin embargo, el contexto cambió con la investidura del presidente Gustavo Petro, quien instruyó reanudar los diálogos con el ELN y llamó a incorporarse al proceso de Paz Total al resto de los grupos armados que operan en el país.
Hoy, insistió Leyva, se han reanudado civilizadas conversaciones con esa agrupación armada, un capítulo más de nuestro compromiso con la paz total y más allá de nuestras fronteras.
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