El trabajo periodístico ilustró cómo estructuras anticubanas captaban a través de redes sociales a ciudadanos, en especial jóvenes para convocarlos a realizar una revuelta en sus comunidades.
El reporte mostró una serie de testimonios de implicados en los disturbios en Nuevitas, Camagüey, el pasado 19 y 20 de agosto.
Los imputados explicaron que fueron contactados por redes sociales para integrarse en grupos opositores al estado y Gobierno. Sus orientaciones eran pintar cárteles con las siglas ADP (Autodefensa del Pueblo) y RN (Resistencia Nacional) y realizar acciones violentas contra policías y la seguridad del estado, así como utilizar a menores de edad para presentar una realidad distorsionada del país.
Mayelín Rodríguez, una de las implicadas, relató que quienes la contactaron vía Facebook planeaban provocar una revuelta nacional e intervenir por varios puntos de la isla con armamento.
Luego de sus experiencias, exhortó a la juventud y pueblo de Cuba a no dejarse manipular por estos grupos en el extranjero.
La investigación señaló «que tergiversar la realidad cubana es el quehacer diario de las plataformas digitales financiadas desde Estados Unidos, con el impulso constante de los laboratorios mediáticos radicados en Miami».
Para ello, reiteran mecanismos como la incitación a la violencia, manipular a las personas y articular situaciones de desestabilización interna.
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