Durante una reunión política en la ciudad de Ain al-Suda en el distrito este de Baalbek, el diputado mostró optimismo sobre la conovcatoria a la sesión plenaria del jueves entrante en el Parlamento a fin de lograr el consenso y la designación del mandatario de la nación para los próximos seis años.
El legislador llamó al entendimiento a los bloques parlamentarios y principales actores políticos en la intención de nombrar al nuevo miembro de la comunidad cristiana maronita en asumir la presidencia del país.
Por su parte, el representante Ali Khreis subrayó que lo que requiere la nación es elegir a un presidente consensuado «que reúna, no reste, diferencie, trabaje para salvar a Líbano y no constituya una provocación para nadie».
En este sentido, el miembro del bloque Moderación Nacional Sajia Attia enfatizó la necesidad de un jefe de Estado que tome una decisión y la implemente, «no una persona fuerte con un proyecto y choque con otros a la hora de ejecutarlo».
Líbano buscará designar al presidente de la República número 14 después de la independencia antes del 31 de este mes, fecha límite de la gestión del actual mandatario, Michel Aoun.
Según la Constitución, en la ronda inicial de votaciones, el candidato debe obtener una mayoría de dos tercios, o 86 sufragios para ganar. En caso de segunda vuelta, el postulante necesita de 65 votos.
En caso de vacancia, las funciones del presidente serán delegadas en el Consejo de Ministros, de conformidad con el artículo 62 de la Carta Magna.
Desde el primer mandatario de la República, Bechara El Khoury (1943-1952), Líbano enfrentó vacíos constitucionales en los períodos de 1989, 2007-2008 y 2014-2016; además del asesinato de dos presidentes Bachir Gemayel (1982) y Rene Moauad (1991).
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