Rógov precisó que, como resultado del último bombardeo de las tropas de Kiev, la línea de alta tensión que conecta la central nuclear con el sistema energético ucraniano resultó dañada y dejó de funcionar, destacó este sábado la agencia de noticias Sputnik.
La planta nuclear, agregó el funcionario, pasó automáticamente a usar los generadores diésel, por lo que no existe peligro de escape radioactivo por el momento.
La nuclear de Zaporozhie, la mayor de Europa, se encuentra en la provincia homónima y desde marzo pasado permanece bajo el control de los militares rusos.
Esta instalación cuenta con seis reactores de agua presurizada del modelo VVER-1000 y tiene una capacidad total de seis mil megavatios.
Desde que la planta pasara a control de los uniformados rusos, como parte de las acciones de la operación militar especial de Rusia, ha sido blanco de los constantes ataques artilleros de las fuerzas ucranianas.
Ante esta peligrosa situación, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) envió a inicios de septiembre una delegación a Zaporozhie y propuso crear una zona de seguridad alrededor de la instalación.
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