Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) publicó la primera investigación en torno al tema, realizada por un grupo de expertos de la Universidad de Wyoming.
El estudio examinó, según el texto, hojas fosilizadas con daño por alimentación de insectos desde finales del Cretácico hasta el Pleistoceno, hace poco más de dos millones de años, y las comparó con las recolectadas por Lauren Azevedo-Schmidt, investigadora principal del equipo, en tres bosques actuales.
«La diferencia es sorprendente”, expresó Azevedo-Schmidt en un comunicado, el cual destaca que esa disparidad puede explicarse por la actividad humana, pero aún se precisa de mayores indagaciones.
Adelantaron en tal sentido que tanto el calentamiento del clima, la urbanización y la introducción de especies invasoras probablemente tuvieron un gran impacto, pero que los humanos influyeron en las frecuencias y diversidades de daños dentro de los bosques modernos, y que el mayor impacto humano ocurrió tras la Revolución Industrial.
Advirtieron que las especies de herbario de principios de la década de 2000 tenían un 23 por ciento más de probabilidades de sufrir daños por insectos que los recolectados a principios de la década de 1900, un patrón que se ha relacionado con el calentamiento climático».
Empero la investigación concluyó que el cambio climático no explica completamente el aumento del daño causado por los insectos, por tanto llama la atención en la forma en que los humanos interactúan con el paisaje terrestre”.
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