La Oficina de la Primera Ministra precisó en un comunicado, que publica la prensa, la activación a las 14:00, hora local, del procedimiento consistente en obligar a un empleado a regresar a su puesto, con riesgo de enfrentar la prisión y una multa si se negara a obedecer.
Según el diario La Voix du Nord, ya fue citado un trabajador del depósito de combustibles de Mardyck, en la ciudad portuaria de Dunkerque, tras más de dos semanas de huelga para exigir un aumento salarial en tiempos de galopante inflación.
El paro liderado por la Confederación General del Trabajo (CGT) afecta a refinerías y depósitos de las multinacionales, lo cual provoca desabastecimiento, largas filas, restricciones en el servicio y hasta el cierre de estaciones, con un 30 por ciento de los establecimientos proveedores del país con algún problema.
Ante el anuncio de las primeras requisas el martes, la CGT y dirigentes políticos de izquierda denunciaron la medida, al considerarla contraria al derecho a la huelga consagrado en el Convenio 87 de la Organización Internacional del Trabajo, e instaron al Gobierno a presionar a las ricas compañías para que incremente los sueldos.
ExxonMobil logró el lunes un acuerdo con trabajadores no acogidos a la huelga, pero el pacto fue rechazado por la CGT, mientras las negociaciones con TotalEnergies no han avanzado.
TotalEnergies propuso hoy un aumento del seis por ciento del salario en 2023, frente a un 10 reclamado por los huelguistas, y una prima correspondiente a un mes de sueldo.
La situación es tensa, y el secretario general de la CGT, Philippe Martinez, señaló este jueves que se valora una movilización nacional de empleados de las empresas públicas la próxima semana, la cual se sumaría a la protesta convocada para el domingo por partidos del bloque de izquierda Nueva Unión Popular Ecológica y Social (Nupes).
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