La conjunción de esa fenómeno con el aumento del costo del servicio de la deuda y de las importaciones, además de una mayor inflación y la necesidad de nuevos préstamos en un diabólico círculo vicioso crean un escenario tétrico en especial para países del este africano, atribulados aún por las secuelas de dependencia dejadas por el colonialismo.
Además de esas circunstancias el posible default (incumplimiento) de los pagos perfila en el futuro inmediato las posibilidades de una recuperación de los efectos de la pandemia de Covid-19 la cual dejó una ralentización de la economía global, como afirma un informe reciente del Fondo Monetario Internacional (FMI)-
El ente financiero añade que el mundo está a las puertas de una recesión con el descenso a 2,7 desde el pronosticado 3,2 crecimiento de la economía mundial, el más bajo desde 2001.
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