Dejemos estas fórmulas que son engaños, porque detrás está la tributación permanente, dijo Le Maire al canal BFM TV en un escenario tenso, porque parece cuestión de muy poco tiempo que el Gobierno acuda al polémico artículo 49.3 de la Constitución para aprobar la nueva ley de presupuesto sin necesidad de voto parlamentario.
El 13 de octubre, la oposición apoyada por algunos diputados del oficialismo votó en el Parlamento a favor de una enmienda que incrementa los impuestos a las superganancias de un 30 a un 35 por ciento, en contra de la opinión del Ejecutivo.
La izquierda con su bloque Nueva Unión Popular Ecológica y Social (Nupes), la extrema derecha de Agrupación Nacional (RN), algunos conservadores de Los Republicanos (LR) y la llamada ala izquierda de la oficialista Renacimiento sorprendieron al Gobierno, que perdió la mayoría absoluta en la Asamblea en las elecciones legislativas de junio.
Según Le Maire, Francia no puede asumir esa lógica, que consideró contraria a las políticas de estabilidad fiscal e impositivas promovidas por el presidente Emmanuel Macron.
Esta postura refuerza las críticas, sobre todo desde la izquierda, que acusan al Gobierno de estar al lado de los más ricos.
La enmienda adoptada para tasar los “superdividendos” sucumbiría ante el empleo del artículo 49.3, ya que se considera en suelo galo inminente su utilización, a partir de lo difícil que parece para el ejecutivo pasar su proyecto de presupuesto en la Asamblea Nacional, y el calendario parlamentario apremia.
Anoche la primera ministra Elisabeth Borne reiteró lo que es un secreto a voces, la decisión del Gobierno de dotar al país del presupuesto a cualquier precio, aunque negó que el 49.3 se aplique hoy, lo cual subraya la tesis de que será mañana el día escogido para ello.
Sectores de la oposición califican de antidemocrático este eventual paso, al estimar que ignora el camino parlamentario.
También amenazan con promover una moción de censura que de imponerse en el Palacio Borbón haría caer a Borne y su Gabinete, sin que de momento se vea claro si todas las fuerzas la apoyarían, con la izquierda como la única prácticamente confirmada.
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