Hoy el fútbol se rinde ante el delantero francés y nombres tan prestigiosos como el del argentino Lionel Messi, su compatriota Zinedine Zidane, el brasileño Ronaldo Nazario o hasta el propio presidente de Francia, Emanuel Macron, aplaudieron el lauro de Benzema (KB9, como lo llaman).
Excluido de la selección nacional durante casi seis años por un entuerto disciplinario, confesó que tuvo momentos amargos y difíciles, pero nunca bajó los brazos para cumplir el sueño forjado desde la niñez.
En la cima de su carrera a sus 34 años, figura imprescindible del Real Madrid, este ariete multifacético y de exquisita técnica mostró una vez más su humildad.
“Este Balón de Oro es individual, pero sigue siendo colectivo, es el Balón de Oro del pueblo”, destacó quizás recordando sus orígenes humildes, su ascendencia argelina y también, el enorme respaldo y popularidad que tiene entre la afición del Real Madrid y, española en general.
Figura clave en LaLiga y muy especialmente en la Champions League, Benzema deslumbró con su excelencia en los dos últimos años, justo cuando asumió un liderazgo que nadie pensaba tras la salida del club merengue del portugués Cristiano Ronaldo.
Su estilo de un nueve más parecido a un 10, de hacer jugar al equipo, con 44 goles en la pasada temporada, segundo anotador histórico del conjunto, únicamente superado por Cristiano, le hicieron merecedor del galardón de la revista France Football, considerado el Oscar del deporte de las multitudes.
Sus numerosos críticos asociaban su permanencia en la “casa blanca” con un capricho del mandamás del equipo, Florentino Pérez.
El tiempo –y la salida del portugués del Madrid- abrieron paso a un líder, jugador integral, capaz de hacer mejores a sus compañeros de equipos con un concepto global que se asemeja un poco a su ídolo Zidane.
Crucial en las famosas remontadas del equipo en la Champions ante el PSG, Chelsea y Manchester City, con 15 dianas en la máxima competición europea, su presencia en la cancha es fundamental para el actual Real Madrid.
Al punto de que sus archirrivales catalanes, entre ellos dos entrenadores, el del momento Xavi Hernández, y de antes Pep Guardiola, no han escatimado en elogios para considerarlo el eje del Real Madrid.
El sábado, en el Santiago Bernabéu madrileño, presentará su trofeo ante la afición, en una ceremonia minutos antes del partido contra el Sevilla.
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