El sondeo realizado por la empresa YouGov arrojó que 38 por ciento de los “tories” entrevistados en las últimas horas dijo que Truss debía seguir en el cargo que asumió seis semanas atrás, en sustitución del dimitente Boris Johnson, mientras que 7,0 por ciento prefirió no opinar.
En sentido general el 83 por ciento consideró que la gobernante hace un mal trabajo, y 32 por ciento tampoco vería con malos ojos el retorno de Johnson al número 10 de Downing Street, agregó el estudio de opinión.
Truss anunció el 23 de septiembre pasado un ´mini presupuesto´, con el cual pretendía estimular el crecimiento económico del país, atraer a los inversionistas y sortear la crisis global.
El tiro, sin embargo, le salió por la culata, pues la falta de detalles sobre la forma en que financiaría el histórico recorte de impuestos, y el temor a que se dispare la deuda pública británica derrumbaron temporalmente la libra esterlina, y obligaron al Banco de Inglaterra a comprar los bonos del Estado para estabilizar el mercado.
Para apaciguar a sus críticos, que se cuentan un número cada vez mayor de diputados conservadores, Truss destituyó al ministro de Hacienda, Kwasi Kwarteng, y su sustituto, Jeremy Hunt, revirtió la víspera la mayoría de las medidas fiscales anunciadas.
En declaraciones la víspera a la cadena BBC, la primera ministra ofreció disculpas a los británicos por haber ido “demasiado lejos”, y “demasiado rápido” en su gestión, pero descartó dimitir.
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