La compañía Lockheed Martin, por ejemplo, está lista para incrementar la fabricación de los Himars a 96 lanzadores al año, por encima de su nivel actual de 60, reveló a los inversionistas su director ejecutivo, Jim Taiclet.
Esa entidad industrial invirtió 65 millones de dólares hace unos seis meses para acortar el tiempo de producción de este tipo de armamento antes de recibir un contrato del Pentágono, abundó además el directivo citado por el diario Politico.
Lockheed Martin considera igualmente expandir sus instalaciones en Camden, Arkansas, puesto que la demanda continúa creciendo, agregó.
“Estamos capacitando a nuestra fuerza laboral calificada en varias líneas de productos, de modo que a medida que crece la solicitud de Himars o el Sistema de cohetes de lanzamiento múltiple guiado, las personas pueden moverse entre la construcción de diferentes tipos de armas”, dijo Taiclet.
Politico apuntó asimismo cómo el ejército de Estados Unidos presiona a la compañía para que aumente la producción.
El jefe de adquisición de servicios, Douglas Bush, declaró a periodistas el mes pasado que ante las crecientes solicitudes, la sucursal apunta a «duplicar o más que duplicar» las tasas de fabricación, pero señaló que llevaría tiempo lograrlo.
Esto significa, ahondó el reporte, que se le puede pedir a este centro industrial, de donde proceden los 20 Himars ya enviados a Ucrania, un incremento a 120 lanzadores al año.
Las ganancias netas de Lockheed Martin en el tercer trimestre de 2022 fueron de mil 800 millones de dólares, o 6,71 dólares por acción, en comparación con los 614 millones, o 2,21 por acción en idéntico periodo del pasado año, divulgó la compañía.
El efectivo de las operaciones fue de tres mil 100 millones de dólares en el lapso de julio a septiembre de este año, frente a los mil 900 millones en el mismo trimestre del calendario anterior, remarcó.
Estados Unidos, que proporciona de manera ininterrumpida equipamiento bélico y financiamiento a Ucrania, desconoce las alertas de que esta actitud provoca una escalada y una extensión en el conflicto con Rusia, iniciado en febrero pasado.
Por otra parte, medios noticiosos de la nación norteña denuncian además cómo menos del 30 por ciento de todo el cuantioso armamento que regularmente envía Estados Unidos a Ucrania llega a su destino.
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