La propuesta fue rechazada por una mayoría de 96 votos (326 votos en contra y 230 a favor), según se pudo apreciar en la transmisión en vivo que hizo el canal de televisión del Parlamento desde la Cámara de los Comunes.
Para el partido gobernante, la votación era un asunto de vida o muerte, por que servía para medir el apoyo que aún tiene la primera ministra Liz Truss entre sus correligionarios, luego del caos provocado por su polémico plan fiscal, el despido el viernes del titular de Hacienda, y la renuncia este miércoles de la secretaria del Interior.
Según trascendió, los diputados conservadores fueron advertidos horas antes de que quienes votaran a favor de la moción serían suspendidos, y también hubo reportes de altercados en el momento en que los diputados ejercían el sufragio, en lo que algunos analistas interpretaron como una señal del pánico reinante en el Gobierno.
La cadena BBC informó, por su parte, que la jefa de la bancada, Wendy Morton, y su segundo, presentaron sus renuncias poco después de la votación.
Truss, a quien la oposición y al menos siete diputados de su bancada la piden la dimisión después de su errática gestión económica durante las seis semanas que lleva en el cargo, aseguró este miércoles en la Cámara de los Comunes que seguirá al frente del Ejecutivo.
La mayoría de los analistas creen, sin embargo, que sus días en el número 10 de Downing Street estarían contados, a pesar de que su nuevo ministro de Hacienda, Jeremy Hunt, dio marcha atrás a la mayor parte del plan económico que desestabilizó el mercado y obligó al Banco de Inglaterra a intervenir para apuntalar la libra esterlina.
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