El problema de la insuficiencia de ingresos para el retiro de miles de nacionales acabará convirtiéndose en un “desastre social y económico”, consideró el especialista, quien pidió como contraposición “acelerar el ritmo de las reformas” en múltiples ámbitos.
Este país no puede seguir permitiéndose “esconder la cabeza en la arena e ignorar” los desafíos que crecen cada año para una fuerza de trabajo que debería apoyar a un grupo cada vez mayor de jubilados, reflexionó Gibson.
En declaraciones al diario Tribune describió que al retirarse viven más tiempo, pero carecen de medios para mantenerse y “las generaciones futuras dirán que no les hicimos ningún favor”, subrayó.
La vicepresidenta de servicios de pensiones de RF Bank & Trust, Cleora Farquharson, reveló a principios de esta semana que los bahameños con problemas financieros recurrieron a más de 200 millones de dólares en activos de pensiones a largo plazo.
Con ello –precisó- se aseguraron de que sobrevivirían al virus SARS-CoV-2, causante de la Covid-19, sobre lo cual Gibson opinó ahora que tal situación sólo exacerbó los problemas que “quedaron en segundo plano” durante demasiado tiempo.
Aunque muchos ciudadanos siguen esperando que el Gobierno les “saque de apuros” en su jubilación, este ya no tiene «margen de maniobra» para hacerlo, sobre todo tras el estallido de la deuda y el déficit fiscal generados por la pandemia, señaló.
El cambio demográfico afectará y al elemento de las pensiones se une el rápido envejecimiento y menos gente en la fuerza de trabajo para apoyar a los que se jubilan, explicó el experto.
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