El riesgo no es (tener) una elección general, el riesgo es seguir con este caos, afirmó el líder del Partido Laborista, Keir Starmer, en alusión a la inestabilidad financiera que provocó el controvertido plan económico con el cual Truss pretendía atraer a los inversionistas y frenar la inflación.
Starmer, cuyo partido disfruta de una ventaja sin precedentes en la intención de voto, aseguró a la televisora Sky News que el Partido Conservador causó un daño real a la economía británica, y a la reputación del Reino Unido como país.
El líder de los liberales demócratas, Ed Davey, apuntó, por su parte, que el país no necesita a otro primer ministro conservador, sino unas elecciones generales para que el pueblo británico, recalcó, tenga la oportunidad de escoger.
Tras la dimisión de Truss la víspera, el partido gobernante inició este viernes el proceso interno, segundo en los últimos cuatro meses, para escoger a un sustituto.
La primera ministra, que a su vez había reemplazado al también dimitente Boris Johnson apenas 44 días atrás, perdió el apoyo de sus correligionarios en el Parlamento, luego de que su errática política fiscal desestabilizó los mercados financieros, y obligó al Banco de Inglaterra a comprar los bonos del Estado para apuntalar a la libra esterlina.
Pero a diferencia del concurso interno de liderazgo ganado por Truss tras un mes de campaña electoral, los conservadores tendrán ahora solo una semana para escoger al nuevo inquilino del número 10 de Downing Street antes del 28 de octubre.
Para acelerar el proceso, en lugar de 30, cada candidato deberá contar con el respaldo de al menos 100 de los 357 miembros de la bancada parlamentaria, lo que reduce a tres el número de posibles aspirantes.
El lunes próximo, una vez definido los contendientes, los diputados tories celebrarán una primera ronda eliminatoria para dejar a los dos que se someterían el escrutinio de los 170 mil miembros del partido, aunque ese paso podría obviarse si el candidato que marche segundo se retira de la carrera.
Entre los posibles aspirantes a sustituir a Truss están el de su rival en las pasadas elecciones internas y exministro de Hacienda Rishi Sunak, la actual jefa de la bancada conservadora en la Cámara de los Comunes, Penny Mordaunt, y el de Johnson.
Interrogado sobre la posible candidatura de Johnson, Davey alegó que el eventual regreso del controvertido político que fue obligado a renunciar en julio pasado tras una serie de escándalos que pusieron en entredicho su capacidad de liderazgo y principios éticos, crearía mayor inestabilidad en el país.
Para Starmer, volver a tener como primer ministro a un hombre a quien su propio partido declaró incapacitado para gobernar sería el argumento más poderoso para convocar a unas elecciones generales.
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