Desde las sangrientas jornadas de marzo de este año en las que un solo fin de semana registró cerca de 87 fallecido haasta ahora, donde hay un decrecimiento de los hechos violentos y son frecuentes los informes de cero muertos a causa de las acciones de las pandillas.
Este sábado los medios locales y las autoridades informaban de 219 jornadas sin decesos por esas causas desde junio de 219. Ya hoy pueden ser 15 o 16 los días que durante octubre no se reportan decesos.
Este fin de semana, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, decía en un mensaje en las redes sociales, “No será fácil, pero construiremos un país donde nuestra gente deje de emigrar y empiecen a querer regresar”, algo que según estudiosos en el país solo puede ocurrir cuando sean atacadas las raíces del pandillerismos y las causas de esa violencia, entre otros males.
Hoy, podemos decir que la historia de El Salvador está cambiando, destacan medios de prensa parafraseando declaraciones del ministro de Seguridad, Gustavo Villatoro, e informes de la Secretaría de Prensa de la Presidencia donde se detalla que en el país el promedio de homicidios es de menos de uno al día (0.7).
Más de 30 años donde tener 30 homicidios diarios se volvió una normalidad, pero hoy podemos decir que la historia de El Salvador está cambiando, acentuó Villatoro al referirse a los avances.
Luego de fuertes batidas contra las diferentes pandillas, con énfasis en la capital, las acciones en las últimas semanas se desplazaron hacia el interior y áreas rurales donde fueron atacados y desbaratados campamentos de esos grupos.
En San Pedro Perulapán, departamento de Cuscatlán, en el centro del país y limítrofe con la capital, los números descendieron luego de años violentos donde era normal un año con 145 fallecidos a causa de acciones del crimen organizado.
Luego del despliegue del Plan Control Territorial (PCT), a partir de marzo de este año la situación cambió completamente desapareció el acoso de las pandillas.
El municipio vivió años sangrientos entre el 2014 a 2018 cuando las estructuras criminales asesinaron a 319 personas en diferentes lugares, además de extorsionar y atemorizar a los comerciantes y pobladores de la zona.
Según las autoridades locales la disminución histórica de los homicidios es resultado del PCT en consonancia con la guerra contra las pandillas que también redujo el cobro de las extorsiones, desapariciones, hurtos y robos que sus ciudadanos sufrieron por muchos años.
Ante las estadísticas son pocos los que ponen en duda los avances aunque no faltan las criticas a algunas acciones como el mantenimiento tan prolongado del estado de excepción que suprime algunos derechos constitucionales y ya se acerca a su octavo mes.
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