Shoigu, al conversar con Akar, lo actualizó de la situación en Ucrania, y del peligro que representaba una provocación de las fuerzas de ese país, que podrían usar una combinación de explosivos y polvo o perdigones radiactivos, conocida como bomba sucia, destacó este domingo la agencia Sputnik.
Si bien un dispositivo de dispersión radiológica no puede generar una explosión atómica, el principal peligro radica en la detonación en sí, la cual puede causar heridas graves y daños, así como provocar la diseminación de materiales radiactivos en el área.
Horas antes, Serguéi Shoigú habló por teléfono con su par de Francia, Sebastien Lecornu, sobre la situación en Ucrania y también le transmitió información sobre una posible provocación con bomba sucia por parte de Kiev.
El 21 de octubre, el responsable del departamento militar ruso mantuvo una conversación telefónica con el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, a iniciativa de Washington.
A principios de este mes, el presidente de Ucrania, Vladimir Zelenski, al intervenir en una videoconferencia en el Instituto Lowy de Australia, llamó a lanzar golpes «preventivos» y no esperar por los ataques nucleares de Rusia.
Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, equiparó la declaración del mandatario ucraniano con un llamado a desatar una guerra mundial, e indicó que todos los países deben prestar atención a las palabras de Zelenski.
Mientras tanto, Serguéi Nikíforov, portavoz del líder ucraniano, aclaró que Zelenski no se refería a una agresión nuclear, sino a sanciones preventivas contra Rusia.
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