La iniciativa pretende que, a través del plan CO2, sus clientes puedan compensar las emisiones de sus vuelos de su huella de carbono, además de decidir también los trayectos en uno o varios del total de los vuelos realizados.
Situado en Izabal, en la costa caribeña de Guatemala, se sitúa el primer proyecto con el que pueden colaborar los clientes de Grupo Iberia. Promueve la creación de nuevas reservas naturales y mantiene los bosques naturales existentes que están amenazados por la deforestación y las actividades insostenibles de uso de la tierra.
Izabal es un área de invernada y parada para más de 120 especies de aves migratorias, lo que lo convierte en una zona relevante para la conservación de la biodiversidad.
De otro lado, en el borde de la selva amazónica peruana se encuentra el segundo proyecto certificado. Siete comunidades indígenas pertenecientes a las etnias shipibo-conibo y cacataibo están asentadas alrededor del río Ucayali y gestionan un área de 119 mil 837 hectáreas de selva tropical.
Se trata de un proyecto que apoya el desarrollo de empresas socialmente inclusivas, fomenta el uso adecuado de las tierras comunales y favorece la creación de capacidades para la gestión de los recursos naturales.
Según informó la fuente los clientes conocerán con la calculadora de huella de carbono de Grupo Iberia, las emisiones de su viaje y sabrán el equivalente de inversión monetaria para su compensación a través de los programas climáticos certificados que ofrece la aerolínea.
Este cálculo de huella es una media de los vuelos operados por Iberia en las rutas a Guatemala y Perú y se realiza teniendo en cuenta diferentes variables.
Son estas, el tipo de avión y de cabina utilizado en cada vuelo, el cual determina la huella de carbono. En esta línea Iberia dio cuenta de la renovación de su flota en 11 aparatos, ahora con cinco A350-900 para las rutas de largo radio y seis A320neo de corto y medio radio.
Los primeros son entre 30 y 35 por ciento más eficientes gracias a los materiales de última generación con los que está construido, y al avanzado diseño de sus motores Rolls-Royce Trent XWB; y los segundos entre un 15% y un 20% más respetuoso con el medio ambiente, apuntó.
Por su parte, Iberia Express incorpora a su flota el modelo A321neo, que cuenta con nuevos motores que suponen una reducción de 20 por ciento de emisiones de CO2 con respecto a los aviones a los que ha reemplazado.
Además, explicó la compañía, las condiciones meteorológicas son un factor clave para obtener una huella de carbono lo más real posible; y la eficiencia de las operaciones, entre estas la reducción de consumo de combustibles y del peso a bordo de avión.
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