Al intervenir en la primera reunión anual del Caribe sobre esos padecimientos tan frecuentes y otros temas relacionados con nutrición y salud mental, con sede en Jamaica, John instó a los Gobiernos a prestar mayor atención a estas dolencias y a desarrollar planes de acción nacionales para enfrentarlas.
La experta remarcó que el predominio de enfermedades crónicas, como las respiratorias, cardiovasculares, distintos tipos de cáncer, diabetes e hipertensión arterial, entre otras, obligan a mayores compromisos para su control.
Además de proporcionar información sobre los objetivos mundiales dirigidos a la vigilancia de ese problema de salud, el encuentro fue propicio para presentar prácticas prometedoras enfocadas a apoyar los programas nacionales, entre estos la prevención y cuidado del cáncer.
Dean Chambliss, director del Programa Subregional de la OPS/OMS, apuntó que los tratamientos de estos males deben considerar la ejecución de políticas públicas enfiladas a identificar los factores de riesgo y, al mismo tiempo, infundir en las personas la necesidad de asumir un estilo de vida saludable.
En el contexto de la reunión, la Agencia Francesa de Desarrollo y Carpha firmaron su primer acuerdo de financiación por una suma de 1,5 millones de euros para fortalecer las estrategias de asociación, a fin de prevenir y controlar las enfermedades crónicas y mejorar la seguridad sanitaria en el Caribe.
A esta cita asistieron epidemiólogos, nutricionistas y autoridades de salud de los 22 estados miembros de Carpha, representantes de la Comunidad del Caribe (Caricom), la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre otras entidades.
Carpha agrupa a Anguila, Antigua y Barbuda, Aruba, Bahamas, Barbados, Belice, Bermudas, Islas Vírgenes Británicas, Islas Caimán, Curazao, Dominica, Granada, Guyana, Jamaica, Haití, Montserrat, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Surinam, Trinidad y Tobago, Islas Turcas y Caicos; y Martinica.
Las enfermedades crónicas, no transmisibles, son la principal causa de muerte y discapacidad en el mundo, según expertos.
La OPS estima que alrededor de 41 millones de personas fallecen por esa causa cada año, lo que equivale al 71 por ciento de las defunciones totales; solo en la región de las Américas se registran 5,5 millones de decesos anuales.
El consumo de tabaco, la inactividad física, las dietas malsanas y el uso nocivo del alcohol aumentan el riesgo de padecer estas dolencias.
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