La declaración llega dos semanas después del cierre de las conversaciones entre el ejecutivo y los representantes de los pueblos originarios, de las cuales la CEE era garante y facilitadora.
De acuerdo con el monseñor Cabrera, su trabajo concluyó el pasado 14 de octubre con el fin de las negociaciones y la firma del acta con los acuerdos y las divergencias entre las partes.
La razón por la cual se hacen a un lado, según el líder religioso, es que los temas abordados en esta nueva etapa son muy técnicos, financieros, y van más allá de sus posibilidades y por eso sugirió a la academia acompañar las mesas de seguimiento previstas a establecerse la próxima semana.
Entretanto, la Federación de Organizaciones Indígenas, Campesinas y Negras del Ecuador (Fenocin) planifica protestas y cierres viales en provincias de la costa en la primera quincena de noviembre para presionar a la administración del presidente Guillermo Lasso a cumplir lo pactado.
Otras asociaciones como la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie) y el Consejo de Pueblos y Organizaciones Indígenas Evangélicas del Ecuador (Feine), no se han pronunciado sobre posibles acciones y realizarán asambleas con sus bases para evaluar los próximos pasos.
Los avances logrados en las negociaciones están concentrados en temáticas como salud, banca pública, educación intercultural bilingüe, medioambiente, explotación petrolera, agricultura, entre otros.
Sin embargo, demandas claves que motivaron las manifestaciones de hace tres meses quedaron pendientes, como el subsidio a los combustibles, sobre el cual solo sentaron las bases acerca de quiénes deberían beneficiarse.
Las 10 mesas técnicas instaladas con el acompañamiento de la CEE durante tres meses fueron resultado del histórico paro de 18 días del pasado mes de junio en reclamos de demandas de interés social desoídas durante años por el gobierno.
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