En entrevista con el diario español As, el Hijo del Viento, como es conocido Lewis por décadas, expresó su decepción por el atletismo actual: «el sistema está roto, es un declive decepcionante».
Dueño de un estratosférico palmarés de 10 medallas olímpicas (nueve de oro, una plata) y otras diez mundiales (ocho títulos, una plata y un bronce), Lewis recalcó que «la forma en que la sociedad ha cambiado hace más difícil la progresión en el salto de longitud».
Ahora se trata de hacerlo todo más fácil. Cuando tú tienes lo que yo considero la disciplina más complicada de todo el mundo del deporte y tu idea es simplificarla, ¿cómo vamos a mejorar?, recalcó Lewis, uno de los íconos del deporte de Estados Unidos y del planeta Tierra.
El otrora campeón mundial y olímpico del salto largo (además de 100 y 200 metros lisos) aseguró que «la sociedad nos ha puesto en una posición en la que tardaremos mucho tiempo en ver a alguien saltar más de nueve metros».
Recordó además que «el récord del mundo al aire libre (8,95 de Mike Powell en Tokio 1991) tiene 31 años de antigüedad. El récord bajo techo tiene 38 (los 8,79 del propio Lewis en Nueva York 1984). Es revelador. Son muchos años combinados sin que se toquen esas marcas, y ni siquiera hay alguien intentándolo».
Cada dos o tres años alguien salta por encima de 8,50 y la gente se vuelve loca. Alguien me dio una lista una vez y me preguntó quién iba a ser el siguiente. Yo salté por encima de 8,53 en 70 ocasiones antes de llegar a 8,87. ¡70 veces!, rememoró.
Más adelante lamentó que «es frustrante. De todos los eventos, el salto de longitud es ahora mismo el peor en términos de actuaciones».
Carl Lewis, actual entrenador jefe del programa de atletismo de la Universidad de Houston, dijo alto y claro que considera muy improbable que algún atleta pueda emular su dualidad de campeón de velocidad y saltos al unísono.
Es muy difícil, los niños no quieren hacer nada duro (…) la sociedad no está diseñada ya para empeñarse en algo que sea duro de verdad. Ahora todo es más fácil, y en cambio el salto sigue siendo algo duro.
Sin embargo, aunque no ve a nadie superando las marcas del salto, enfatizó que eventualmente alguien romperá el récord de Usain Bolt en 100 metros planos, de 9.58, porque «alguien correrá más rápido, siempre acaba ocurriendo».
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