Según los datos disponibles, destaca el comunicado de la entidad castrense rusa, los representantes británicos además financiaron las explosiones contra los ductos que trasportaban el gas ruso hasta Alemania por el fondo del mar Báltico.
La nota añade que se trata de los especialistas británicos desplegados en la ciudad de Ochákov, en la provincia ucraniana de Nikoláev.
El Ministerio de Defensa del Reino Unido, por su parte, calificó de «inventadas» las acusaciones de Moscú, y señaló que la parte rusa recurre a vender afirmaciones falsas de una escala épica.
El pasado 26 de septiembre, Nord Stream dos AG, operadora del gasoducto homónimo ruso, anunció una fuga de gas por causas desconocidas en una de las dos tuberías de la infraestructura cerca de la isla danesa de Bornholm.
Más tarde trascendió que las dos líneas del gasoducto paralelo Nord Stream uno también habían sido dañadas.
Alemania, Dinamarca y Suecia no descartaron un acto de sabotaje.
El Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia catalogó las explosiones de ataques terroristas, y el 30 de septiembre desveló que tenía pruebas que apuntaban a la implicación de determinados países occidentales.
La Fiscalía General rusa abrió una investigación por terrorismo internacional con motivo de lo sucedido en los gasoductos Nord Stream.
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