Cerca de 300 heridos son atendidos en las instituciones de salud somalíes, pero la cifra aún es imprecisa y se estima que el número víctimas aumente en las próximas horas, a medida que avanzan las labores de rescate y salvamento.
Mientras tanto, decenas de personas se mantienen reunidas fuera de los hospitales de la capital, en busca de noticias de sus familiares.
El gobierno hizo un llamamiento para recibir donaciones de sangre tanto dentro como fuera del país.
Dos coches bomba explotaron de manera simultánea, en la mañana del sábado, en una carretera cerca de la sede del Ministerio de Educación y provocaron un caos en las áreas circundantes del edificio.
Los extremistas de Al Shabab (Los Jóvenes, en árabe) leal a la red Al Qaeda, se adjudicaron el ataque y aseguraron que su objetivo era la instalación de Educación.
La agresión ocurrió en el mismo cruce donde estalló un camión cargado de explosivos en octubre de 2017, el cual causó la muerte de 500 personas e hirió a más de 290.
Ante este hecho, el Jefe de Estado nacional reiteró su llamado a proseguir la ofensiva del Ejército contra los extremistas islámicos, los cuales controlan amplias zonas del centro y sur de este país del oriente de África.
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